Friday, August 24, 2012



Vamos a decir que NO…

Dino Pancani Corvalán
Doctor © Estudios Americanos.


El estreno de NO, la película, pone al centro del debate la resistencia a la Dictadura militar, el enfoque está puesto en quienes apostaron por el término del régimen. La cinta revisa un período poco visitado desde el arte, las ciencias sociales y las humanidades. Un tiempo marcado por la lucha colectiva en contra de la derecha política y los militares que ostentaban el poder. Un relato cinematográfico puesto al servicio de la resistencia mediática y no en la persecución en contra de los opositores a Augusto Pinochet.

La principal novedad de la película es relatar el episodio que determinó la salida del Dictador, quien dejó La Moneda, pero no las estructuras de poder. Como botón de muestra, recordemos que siguió siendo Comandante en Jefe del Ejército y posteriormente Senador de la República.

El Plebiscito de 1988 permitió a la mayoría de los líderes que participaron de los gobiernos civiles, auto coronarse “constructores absolutos del retorno a la democracia” y a quienes se la jugaron por la continuidad del Dictador, autoproclamarse “paladines de la democracia”, ya que los militares y su diseño institucional, condujeron el pálido retorno a un sistema de gobierno cuyo look representa a las mayorías, pero su materialidad sigue representando a las minorías poderosas. La película no los cuestiona, los deja a todos en el mismo sitial.

Dicho lo anterior, creo necesario reflexionar sobre la posición del cineasta y su obra: NO, la película.

a) La elección de la temática es arbitraria, irresponsable, autónoma. Todo ello, le hace bien a la obra, es un proceso creativo que idealmente no debe tener ataduras, ni compromisos, se trata de alcanzar una independencia total.
b) Una obra audiovisual no puede representar todas las memorias que disputan la interpretación del pasado, pero puede ser inclusiva o excluyente.
c) La película es producto de la creación de un pequeño grupo que se propone contar una historia que, de la mejor manera posible, dé cuenta del mensaje propuesto por el equipo.
d) Se optó por el género de ficción, condición que entrega libertad narrativa a los realizadores, quienes pueden apartarse de los acontecimientos documentados y construir un relato sin tener que justificar históricamente su coherencia. En este caso, se usan las imágenes de archivo, las cuales ponen énfasis en los casi 25 años que nos separan del episodio contado. Por ejemplo: la secuencia donde aparece el ex Presidente Patricio Aylwin, como el hombre que alaba el actual gobierno y reivindica el supuesto rol
colaborativo de Augusto Pinochet en la consolidación democrática, lectura que hacemos desde el presente coyuntural, ya que es la imagen de un personaje que evidencia el paso de los años. Utilizando como herramienta una suerte de elipsis, el realizador nos invita a ver las imágenes que nos recuerdan al otro Patricio Aylwin, aquel dirigente demócrata cristiano olvidadizo de su pasado golpista, conciliador con las fuerzas de izquierda, ambicioso de ser la nueva autoridad de la República, quien emite una arenga a través de está franja.

Como resumen, podemos convenir que el Plebiscito permitió que Pinochet y sus amigos mantuvieran mucho poder durante los gobiernos transicionales, lo cual justificó una alianza entre un sector de los partidarios del No y los adherentes del Sí, quienes consensuaron reconocerse moderación mutua en el proceso que desplazó a algunos metros al Dictador: de La Moneda pasó a ocupar el edificio de las Fuerzas Armadas, a esta transacción, algunos involucrados le llamaron Razón de Estado.

Ahora, hablemos de la película.

El contexto que presenta la cinta no da cuenta de los matices que tenía la opción del No, diferencias que se expresaban a partir de la incorporación de dos palabras que representaban un cambio profundo en el diseño de la oposición: llamar a votar por el NO, era un camino para, por la vía de la negociación, alcanzar el retorno de la democracia en Chile.

Llamar a votar por el NO, hasta vencer, era una posibilidad que intentaba mantener independencia y radicalidad a la resistencia en contra la Dictadura, en donde el plebiscito era el comienzo de una nueva etapa en la lucha frontal contra Pinochet, idea que se desmoronó con el reconocimiento institucional del triunfo de la opción NO.

Hace algunos años, los alicaídos líderes del plebiscito fueron rememorados como víctimas conciliadoras en la película Dawson, Isla 10, cuyo relato se basa en la estadía del ex ministro Sergio Bitar en un campo de concentración, hoy se les da espacio a los vistosos publicistas (de la Concertación) para que desplieguen toda su creatividad y desde sus glorias pasadas traten de convencernos de ser los principales protagonistas de una gesta colectiva, excluyendo a otros actores y a la movilización social de los réditos del triunfo.
La cinta tiene un ritmo y una estética visual que conmueve, sus imágenes ripiosas le otorgan verosimilitud y proximidad a la historia, nos transporta a la atmósfera de aquellos años, a sus urgencias, sus contradicciones, sus miedos y dolores.

¿Qué tuvieron de especial los publicistas?. En el universo de la película, la historia presentada no es nimia, no es una pequeña anécdota, sino se le otorga indirectamente el valor de ser una franja cuya creación se “transformó en un tema de Estado”. Hay una sobredimensión de su efectividad y del aporte que realiza a la recuperación de la democracia.

Al protagonista, la temática social no lo conmueve: los muertos, los asesinatos, el hambre, la falta de libertad, entre otras consecuencias de vivir en Dictadura, no son una motivación para ponerse al servicio de las fuerzas opositoras. Aún cuando haya sido una víctima de la Dictadura, no asume el desafío como un acto cognitivo emocional, sino como una contienda que le permitirá vender un producto: el NO. El cambio de Dictadura a democracia es una ganancia que debe tener mayor aceptación sobre consumidores pasivos.
Se presenta la tensión entre una cultura política / social que pretendía poner al centro la vida como concepto, los derechos humanos, el hambre, la libertad, la verdad, y otra propia, la del mercado, en donde las ideas anteriores o se esconden o se banalizan.

“La alegría ya viene”, es la promesa de un abstracto, que tiene un doble significado: por una parte es el anhelo individual concreto de la gente, y por otra, tiene un alcance colectivo que se diluye cuando se produce el cambio propuesto. En el marco de la película, es la oferta de un profesional dedicado a la “venta”, a la persuasión, a generar modificaciones conductuales en función de un producto, cuya calidad y convicción no es superior a la competencia, se trata de una transacción sin garantía ni servicio de post venta. Dicho en vulgar, es la venta de una mejor pescada.

Aunque, no hay claridad desde de la cinta, si se mira desde el contexto de su producción, se puede entender cómo los políticos se vieron “forzados” algunos, y otros “seducidos”, por esta manera de entender y ejecutar la política. Con NO, la película, se puede identificar el punto de inicio que ha predominado en la mayoría de los partidos políticos: el discurso banal, la trampa de la publicidad, el impacto de los medios, la estética de la moda industrial, el ocultamiento de ideas, transforma a la política como un juego de lobbistas y burócratas.
La película termina con el “héroe”, solo, presto a iniciar una nueva campaña, con la satisfacción del deber cumplido, con la complacencia de haber dinamitado los cimientos de la política de las ideas y dar paso a la astucia de las apariencias.

Monday, August 06, 2012

Despedida a Lincoyán Berriós, Fernando Ortiz y Horacio Zepeda.

“Hoy vuelvo a tu memoria clandestina, allí donde una vez se abrió la tierra…”


Aquí estamos, padre nuestro: después de tantos años de espera, ayer hemos recibido tus restos para devolverlos a la tierra, la misma tierra que desde las profundidades de la mina en Cuesta Barriga guardó tus pequeños huesitos para que los encontráramos, para que los reconociéramos y para que los cobijáramos cariñosamente.

Con mi madre y mis hermanos, queremos hablar de ti desde la vida, porque sentimos que esa es la herencia más hermosa que nos dejaste: fuiste un hombre que por sobre todo, amó la vida y de tanto amarla, la entregó generoso en pos de la libertad y la democracia para tu pueblo.

Entonces, mi papito amado, quiero hablarte desde mis emociones y desde todos los lugares que me unen a ti.

Voy a hablarte como mi compañero de ideales y de militancia, porque de ti aprendimos a abrazar la causa de la justicia y los sueños de construir una patria más justa para todos, especialmente para los más sencillos.

Te veíamos entregarte por entero a tu trabajo como dirigente sindical, cuántas veces nos alegramos contigo por cada lucha ganada, como cuando llegabas después de alguna elección, cansado pero feliz de haber logrado el triunfo de tus proyectos.

Fuimos parte también de los momentos duros, cuando no quedaba otro camino de consecuencia que el de unirse a la lucha clandestina por la recuperación de la democracia. Me acuerdo del día en que volviste a la casa y nos contaste que te habían contactado del Partido para integrarte al trabajo de la dirección. Estabas tan emocionado que lloraste y nos hiciste sentir el compromiso enorme de esa decisión, pero no desde el miedo, sino desde el amor.

Esa fue una decisión de un profundo contenido ético, tú sabías los riesgos a los que te enfrentabas. Esa opción marcó tu entrega. Y aún cuando hoy día hablamos de ti como una de las tantas víctimas de la acción criminal de la dictadura, te reconocemos por sobre todo como un activo luchador por la democracia y nos sentimos orgullosos de tu actuar. Eres nuestro viejo comunista.

Quiero hablar de ti también como el hombre que fuiste, alegre, cariñoso, coqueto, porque tenías mucho arrastre entre las compañeras. Hablar de ti como fanático del Colo Colo, que disfrutaba a concho las idas al estadio a ver a su equipo. Seguramente estarías muy contento de saber que varios de tus nietos siguieron tus pasos en este cariño.

Hablar de ese hombre gozoso, que gustaba de compartir con su familia y sus amigos, de ese que cada vez que hacía un brindis con una buena copa de vino, hacía la declaración de amor más hermosa hacia mi madre, diciéndole “por sus ojos” y ella te respondía “que son suyos”.

O del padre que nos invitaba a la lectura, a escuchar música por el puro placer de adentrarse en otros mundos. Y ese legado está en tus nietos, músicos, poetas, artistas, creadores.

Quiero hablarte como hija, hablar también por mis hermanos. Han pasado casi 36 años y estamos todavía con todo nuestro amor hacia ti, con la tremenda necesidad de tu ternura, de tu cariño, de tu protección. Con un vacío en el cuerpo y en el alma, que hoy al encontrarte se va llenando y que ha estado a veces menos visible, o que hemos sentido menos cuando nos han acompañado los amigos que hoy son parte de nuestra gran familia.

¿Qué nos dirías, viejo, hoy día? ¿Qué conversaciones tendríamos sobre la vida, los hijos, el amor, la historia, los ideales, la militancia? ¿Sobre qué libros comentaríamos? ¿Qué música disfrutaríamos cualquier tarde de domingo? ¿Qué pretexto buscaríamos para celebrar y brindar?

Te hablamos desde el corazón, viejo comunista. Queremos decirte cómo nos hubiera gustado que nos abrazaras el día que terminamos el colegio. Que hubieses estado con nosotros cuando armamos nuestras propias familias. Que hubieras ido a conocer a tus nietas y nietos recién nacidos, al Hospital. Que disfrutaras con ellos, que te vieras en sus risas, en sus cantos, en sus gestos. Que celebraras cuando terminamos la universidad. Cómo nos hubiese gustado tener a al papá…La pena esta aquí, escondida, más pequeñita quizás, pero aún duele tu ausencia.

Nos gusta pensar, papá, que la semilla que sembraste, hoy día brota y florece en nuestros hijos. Al verlos, sentimos que la vida ganó la batalla, son ellos los que hacen florecer nuevas primaveras y recogen tu legado. Te imaginamos feliz participando de las marchas estudiantiles, seguro andarías por ahí con los abuelos exigiendo el fin al lucro. También te imaginamos discutiendo de política con ellos, reclamando de sus críticas o a lo mejor diciéndoles que se cortaran el pelo o que no se lo tiñeran de tantos colores, pero en el fondo, henchido de orgullo por las bellas personas que son.

Eso eres en nuestras vidas, Lincoyán, eres el compañero amoroso, el padre, el abuelo, el militante, el amigo.

Por eso, cuando termina esta larga espera y nos volvemos a encontrar contigo, hoy día que cerramos una etapa necesaria como familia, junto con declararte nuestro amor y lo orgullosos que estamos por tu herencia de vida, queremos reconocerte también como un luchador, verdadero héroe de la democracia. Y contigo reconocer a los Fernando, a Horacio, a Waldo, a Armando, a Héctor, a Reynalda, a Lizandro, a Santiago, a Luis, a Edras, a Carlos, a Angel, a Víctor Díaz, y en ellos a todos los hombres y mujeres que dieron su vida por un Chile más justo.

Ofrecemos a nuestras hermanas y hermanos que aún no encuentran a sus padres, este rito de supultación, a aquellos con quienes formamos la familia de los 13, detenidos en diciembre de 1976, también a los Juica, a las Zamorano, a los Muñoz, a todos los que todavía esperan…

Hace unos años, mi hermano Pancho, te escribió una obra musical, El roble blanco (en mapusungun Lincoyán quiere decir roble blanco). En esta despedida, que es también un re-encuentro, quiero compartir un texto que refleja el sentir de nuestra familia:


“Hoy vuelvo a tu memoria clandestina,

allí donde una vez se abrió la tierra,

sepulto este dolor que fue mi espina,

que nazca un nuevo sol desde estas piedras.

Hoy quiero agradecerte por la vida

que diste por los hombres, por su luz,

mis ojos son tus ojos, sangre mía,

te bajo con mis manos de la cruz.

Descansa Lincoyán, padre y abuelo,

tus ramas crecen firmes hacia el cielo.

Descansa Roble Blanco, alza tu vuelo,

tus hojas van cayendo aquí en mi pecho.”


Te amo, papá...

¡LINCOYAN BERRIOS, PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE…!

De su hija, Marisol Berríos González, Santiago, Sábado 28 de julio de 2012. Memorial de los Detenidos Desaparecidos. Cementerio General.